martes, 10 de abril de 2012

Homofobia en Chile

“Cuídese, tengo miedo de que le pase algo”, le dijo Jacqueline Vera a su hijo el 29 de febrero. Daniel Zamudio, de 24 años, había recibido amenazas por ser homosexual y, a la salida de la discoteca que frecuentaba, había visto que pandillas neonazi esperaban a jóvenes gais para golpearlos. Las advertencias de la madre tenían fundamento: cuatro veinteañeros homofóbicos lo atacaron brutalmente tres días después en un parque del centro de Santiago. La paliza fue tan feroz que, después de tres semanas de agonía en el principal hospital de urgencias de la capital, el muchacho falleció la noche del martes, después de que se le diagnosticara la muerte cerebral.


El asesinato de Zamudio ha causado gran impacto en la sociedad chilena, que lo ha erigido como un mártir ciudadano. Durante las tres semanas en que se debatió entre la vida y la muerte, el caso despertó la indignación de las autoridades y de la gente, que a diario llegó hasta el servicio de salud con carteles y velas para apoyar a la familia del joven. En el país, el 42% de los jóvenes homosexuales reconoce haber sufrido acoso de manera frecuente, según los datos difundidos por la organización Todo Mejor, pero pocas veces han adquirido tanta notoriedad pública. De hecho, un sacerdote jesuita, Marcos Cárdenas, a través de una carta abierta que ha generado gran interés de la ciudadanía, criticó al catolicismo por la postura histórica que ha mantenido respecto de los homosexuales: “Sectores de la Iglesia poseen una posición intolerante que no comparto”.

El ejercito sirio se salta el plan de paz


Las fuerzas del régimen sirio han bombardeado este martes la localidad de Mareh, en la provincia de Alepo (norte del país), según una ONG siria y fuentes militares. El ataque tiene lugar la misma mañana en la que debería empezar a aplicarse el plan de paz y alto el fuego pactados por el presidente Bashar Asad y el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe Kofi Annan.

 

El viceministro de Exteriores turco, Naci Koru dio por muerto el lunes el plan de paz urdido por Kofi Annan, enviado de Naciones Unidas y la Liga Árabe al conflicto. Koru habló de pactar una nueva fecha de retirada de tropas ante la evidencia de que el plazo actual es papel mojado. Con este plan de seis puntos, la comunidad internacional aspiraba a pacificar un país en el que la sangrienta represión gubernamental ha dejado más de 9.000 muertos en poco más del año que dura la revuelta popular y pro democrática, según el recuento de Naciones Unidas. Las autoridades sirias hablan de 2.500 policías y soldados muertos por los disparos de los grupos armados rebeldes.